Ojo de buey, en la primera planta de una casa de Santiago de la Espada |
PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO LOCAL A ESTUDIAR, CONSERVAR Y PERPETUAR
Manuel Fernández Espinosa
El "ojo de buey" es un elemento arquitectónico que podemos encontrar en muchas fachadas de Santiago de la Espada. Tal vez por la razón de ser tan frecuente pase desapercibido a quienes están acostumbrados a verlo, mientras llama la atención de alguien que vive en localidades en las que no es un elemento que abunde tanto.
Esta típica ventana podemos encontrárnosla en su forma circular o bien en su versión ovalada, pudiéndola ver en muchas de las fachadas de Santiago de la Espada. Si la encontramos en los pisos superiores de la fachada podríamos llamarlas "claraboyas" con toda propiedad, pero también se da el caso de poder encontrárnosla en el primer piso de la vivienda, por lo que podríamos hablar mejor de "ojo de buey". Aunque su uso se relaciona con las embarcaciones, también se practican estas ventanas en las viviendas terrestres para facilitar la ventilación (si pueden abrirse) de los habitáculos o cajas de escaleras y siempre son aptas vías de iluminación para interiores. Pero en el ámbito serrano los "ojos de buey" son algo más que un elemento meramente decorativo, dado que a la vez que son ornamentales al exterior, cumplen una funcionalidad estructural, cuando sabemos que la forma circular que perfora la pared contribuye a dar resistencia estructural al cuerpo del edificio, sin obturar la iluminación de la vivienda ni disminuir la resistencia de la fachada contra eventuales -y frecuentes- vientos, granizos y nevadas.
El origen del "ojo de buey" es un elemento arquitectónico muy antiguo y se relaciona con cierta habitación en la que los nobles esperaban su audiencia con el rey; por medio de una ventana circular, el jefe de la Cámara Real podía asomarse y saber los que en esa sala aguardaban. En los barcos es un elemento común y, mucho después, se incorporó a la aeronáutica. El empleo de "ojos de buey" tanto en las embarcaciones como en la Sierra de Segura también debiera contar, para ser comprendida su presencia en Santiago de la Espada, con un factor que muy probablemente sea el nexo que relacione lo marinero con lo serrano. Y es que, aunque es una provincia de interior sin salida al mar, la riqueza forestal de Sierra de Segura valió para que ésta comarca fuese declarada Provincia Marítima por Fernando VI, el día 31 de enero de 1748. Las antiguas y estrechas relaciones de la Sierra de Segura con la marinería podrían explicar que el "ojo de buey" apareciera en nuestra arquitectura de interior: ¿tal vez importado por hombres que sirvieron en la Armada e incorporaron el elemento náutico a las viviendas terrestres, cuando se retiraron de su vida marinera al interior? -esto es, por supuesto, no más que una conjetura mía.
Claraboya, a un nivel alto del alzado de una casa de Santiago de la Espada |
Ojo de buey en una vivienda de Santiago de la Espada |
Otro muy curioso empleo de la ventana redonda u ovalada, menos conocido por lo general, es estrictamente usado en interiores de templos, pudiéndolo contemplar en los retablos de no pocas iglesias aragonesas. En esta usanza eclesiástica (y particularmente aragonesa) el "ojo de buey" es llamado propiamente "Óculo Eucarístico" o bien "Óculo Expositor": en el retablo mayor (casi siempre labrado en alabastro) se abre, por lo común a una altura inaccesible, una ventana tras cuyo vidrio trasparente puede verse el Santísimo Sacramento. El primer "Óculo Eucarístico" parece que fue el de la Seo de Zaragoza, cuya edificación se inició en 1434 y fue un privilegio del Papa Benedicto XIII a las catedrales aragonesas.
Desde el punto de vista del patrimonio arquitectónico sería conveniente inventariar los "ojos de buey" que al día de hoy todavía existen en las viviendas de Santiago de la Espada (y, en un segundo momento, tal vez los que puedan existir en Pontones y otras aldeas); y también sería oportuno que, para no perder las señas de identidad, en las nuevas viviendas y edificios que puedan erigirse en el futuro se exija a los arquitectos que cuenten con el "ojo de buey" tan autóctono en el alzado de sus proyectos.
Óculo Eucarístico, sobre un relieve de la Adoración de los Reyes Magos en un retablo aragonés |
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