miércoles, 27 de diciembre de 2017

LOS CAMPOS DE HERNÁN PEREA




Piedra Armera de los Perea, hoy en la Calle La Salud, de Torredonjimeno


¿QUIÉN PUDO SER HERNÁN PEREA? UNA HIPÓTESIS


Manuel Fernández Espinosa


En el reciente poemario de mi amigo Raimundo Lara, "Canciones desencantadas", podemos leer un poema titulado "Sin tu mirada se acaba el mundo", en una de cuyas estrofas dice:

"Que se cierran yermos,
como una brizna de hierba
en los crudos inviernos 
de los Campos de Hernán Pelea."

Fue su reciente lectura lo que me motivó a ensayar esta hipótesis para identificar al personaje histórico que, por mucho que quede en la bruma, todavía nombra aquellos parajes. Los Campos de Hernán Perea son sobradamente conocidos por todos en Santiago-Pontones. El topónimo ha conservado el nombre propio de un personaje, tal vez lo único que haya quedado de él. Y yo me pregunto: ¿Quién pudo ser Hernán Perea que le da nombre a estos "Campos"?

Sin poder establecer una tesis absolutamente irrefutable, sí que me aventuro a ofrecer una plausible hipótesis. Vamos a ver quién pudo ser Hernán Perea y para eso, más que de él, deberemos hablar de su linaje: los Perea. 

Los Perea, como tantos otros apellidos de nuestra Sierra, son oriundos de Vascongadas. En concreto, el linaje tiene su origen en Beotegui (Ayuntamiento de Ayala y concejo de Amurrio, en Álava), su casa solariega está en Llodio, siendo nietos de Fortún Sanz de Salcedo, V Señor de Salcedo y VII de Ayala, de las familias más poderosas del antiguo Señorío de Vizcaya. Este Fortún vino con Lope Díaz de Haro, Señor de Vizcaya, a la reconquista de Baeza que se logró felizmente el día de San Andrés Apóstol del Año del Señor de 1227. Entre los muchos hijos que tuvo Fortún, muchos de ellos fueron nacidos fuera del matrimonio, estuvo Lope Sánchez de Perea, Señor de Perea, y cabeza del que arranca el linaje que, con algunos de sus descendientes, pasaron a Ciudad Real y a Jaén.

A principios del siglo XV hallamos a Rodrigo de Perea como Adelantado de Cazorla. Era hijo de Juan de Perea, Señor de Jódar y Beatriz García de Villandrando y casó con María Carrillo de Contreras. De Rodrigo de Perea tenemos bastante material, pues se destacó en su lucha contra la morisma. En marzo de 1430, Rodrigo de Perea ya era Adelantado de Cazorla y con el Alcaide de Quesada, a la sazón Diego Salido, iba a la cabeza de 300 caballeros y mil peones que se entraron en tierra de moros. Pero no acompañó la suerte, pues los moros los descubrieron antes de cumplir su misión y en el llamado Vado de las Carretas, por la mañana del día 2 de marzo, los moros cayeron sobre ellos, diezmando la hueste cristiana y Rodrigo escapó de milagro. Mejor papel hizo nuestro Rodrigo de Perea en la reconquista de Huéscar que acaudillaba D. Fernán Álvarez de Toledo. Gracias a su intervención y liderazgo de los hombres que llevaba, se ganó la villa el día de San Martín del año 1434. El fin de sus batalladores días vendría el 28 de julio de 1438. Rodrigo de Perea se había internado otra vez en tierra del moro por la Sierra de Cazorla, con 400 caballeros y 1000 peones. El cabeza de los famosos Abencerrajes granadinos le salió al paso con 2000 jinetes y 12000 peones: la lucha fue desigual y junto a Castril, "en el campo llamado Tubos" se encontraron los dos ejércitos, "pelearon los unos y los otros -nos dice Argote de Molina- con tanto tesón, que los Generales del uno y otro ejército perdieron la vida". El ejército del Adelantado cayó al completo en la batalla, salvando la vida unos 15 o 20. Parece ser que el Adelantado de Cazorla pudo haber escapado de la matanza, pero según apunta el poeta Juan de Mena en "Laberinto de Fortuna", Rodrigo de Perea prefirió morir al ver el estrago de sus camaradas de armas:

"El que de días parece mayor,
por ira tan justa su rostro sañudo,
que preso y herido demuestra que pudo,
antes matarlo pesar, que dolor.
Aquel que tú ves con tan grande honor,
el Adelantado es aquél de Perea,
que hubo victoria de tan gran pelea,
que bien le podemos llamar vencedor".

A lo que parece, Rodrigo pudo caer prisionero de los moros, pero prefirió la muerte: 

"así el de Perea, viendo la pugna,
muertos los suyos no quiso vivir.
Antes comienza muriendo, a decir,
sobre a quien hizo sobrar mi virtud,
pues la venganza no es buena salud,
purgue la falta el honesto morir".

A su muerte, le relevó en el Adelantamiento de Cazorla Diego Ramírez de Molina, su lugarteniente, hasta que el Arzobispo de Toledo nombró Adelantado a Juan Carrillo. Rodrigo de Perea tuvo descendencia que parece se estableció en varias localidades de la actual provincia de Jaén. Habida cuenta de su cargo político-militar como Adelantado de Cazorla, es más que probable que nuestro Hernán Perea -el que da nombre a los Campos de Hernán Perea- sea un hijo o nieto de Rodrigo de Perea el Adelantado, pues sabemos que el Adelantado tuvo descendencia, aunque no queda muy clara la sucesión.

Los Perea se establecieron, tras la muerte de Rodrigo, en Úbeda. Y, más adelante, lo hicieron en Torredonjimeno. En el siglo XVI D. Pedro Diego de Prado vino a Andalucía y uno de sus hijos, Ginés de Prado, casó con Doña Isabel de Perea, descendiente directa del Adelantado de Cazorla Rodrigo de Perea. Se formó así la Casa de los Prado y Perea, cuya familia convirtió Torredonjimeno en su residencia. Estos Prado y Perea, vecinos hijosdalgo que pleitearon hasta lograr el reconocimiento de su abolengo, vivieron en la actual calle La Salud y tuvieron el enterramiento de su familia en la Capilla de San Vicente Ferrer, de la iglesia parroquial de Santa María de Torredonjimeno y con mayorazgo en Lendínez. Con el tiempo, en el siglo XIX, los Prado, descendientes a su vez de los Perea, adquirirían el título de Marqueses de Acapulco, acumulando títulos y habiendo sido sucedidos en sus títulos hasta el día de hoy.


BIBLIOGRAFÍA:

"Nobleza de Andalucía", Argote de Molina.

"Laberinto de Fortuna", Juan de Mena.

Archivo personal de informaciones halladas en los Archivos Parroquiales de Santa María y San Pedro de Torredonjimeno.




jueves, 14 de diciembre de 2017

PONTONES Y SANTIAGO DE LA ESPADA EN EL CAMINO DE SAN JUAN DE LA CRUZ



Estatua de San Juan de la Cruz Peregrino, Caravaca de la Cruz,
foto extraída de la página ALMUNIA (Hospedería Rural)

Manuel Fernández Espinosa

Hoy, 14 de diciembre, se celebra la memoria de San Juan de la Cruz, Patrón de los Poetas en lengua castellana, reformador del Carmelo, cuya obra constituye una de las cumbres de la poesía española. Su fama es mundial, siendo uno de nuestros poetas más traducidos y comentados, dentro y fuera de España. San Juan de la Cruz es el príncipe indiscutible de la poesía mística (y no hablamos ya de los enjundiosos comentarios que a sus propios poemas hizo, para mejor declarar lo "cantado" en sus versos místicos.) A veces, cuando se habla de "mística" se tiende a pensar que los místicos viven en torres de cristal, sin contacto apenas con la realidad, lo que delata una falta de conocimiento sobre el asunto en cuestión. 

En el caso de la mística española esto no es así como se piensa, nuestros místicos no se hicieron extraños a la realidad vital y social, sino que vivieron entrañados en la realidad. Esto lo han sabido ver bien los mayores especialistas en nuestra literatura. Así, el británico Edgar Allison Peers, uno de los mejores conocedores de nuestra mística y traductor de San Juan de la Cruz al inglés, pudo decir: "...el misticismo español es intensamente férvido, realista y personal". El pensador granadino Ángel Ganivet lo había dicho con antelación al erudito inglés: "El espíritu español no enmudece, como algunos piensan, para dejar el campo libre a la acción; lo que hace es hablar por medio de la acción." La gran mística Santa Teresa de Jesús, amiga de San Juan de la Cruz, solía decir que Dios también estaba entre los pucheros; la experiencia religiosa en los más elevados místicos españoles no fue nunca sinónimo de algo así como la inacción, para vivir escuchando músicas celestiales, lo que los caracteriza es, por lo contrario, una acción que, a tenor de sus biografías, se nos figura sobrehumana: escribían, sí, pero también tenían tiempo para echarse a los caminos, para ir a fundar conventos aquí y allí. Esta vida activísima (impulsada por una fe profunda) indica esa singular idiosincrasia de nuestros místicos que, lejos de evadirse de la realidad, fueron almas contemplativas a la vez que almas muy activas.

Almas activas y andariegas. En el orden de esa actividad es como San Juan de la Cruz entra en contacto con Pontones y con Santiago de la Espada, convirtiéndose así en una de las figuras históricas más importantes que pasó por nuestros pueblos. Santa Teresa había venido a fundar conventos en el Reino de Jaén y San Juan de la Cruz, siempre en comunión con la gran reformadora, también vino a nuestra provincia. Comisionado por la misma Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz visitó hasta en siete ocasiones Caravaca de la Cruz, localidad en la que Santa Teresa de Jesús había fundado, sin poder ir hasta allí, el convento de San José el año 1576. Por no poder ir ella, la Fundadora encomendó a San Juan de la Cruz que visitara la fundación, a requerimiento de las monjas de Caravaca que querían estar mejor asistidas. En 1581, segunda visita de San Juan de la Cruz a Caravaca, las carmelitas le ruegan que él mismo funde un convento de carmelitas descalzos masculino y, seis años después, en 1587 se fundó allí el Convento de Nuestra Señora del Carmen.

Desde Beas de Segura (centro teresiano de Jaén), San Juan de la Cruz tuvo que hacer sus viajes a Caravaca, atravesando la Sierra de Segura, lo que hoy es territorio de tres Comunidades Autonómicas: Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia que, de este modo, se han visto hermanadas, tras muchos siglos después, al haber albergado algunos de sus municipios al egregio peregrino. Estos municipios han impulsado el CAMINO DE SAN JUAN, cuya ruta incluye a Pontones y a Santiago de la Espada. Se sabía, por tradición oral, que San Juan de la Cruz había pasado por Santiago de la Espada, incluso se conjetura que pudiera haber hallado albergue en la posada. En julio de 2017, los Alcaldes de los municipios que conforman la ruta se reunieron en Caravaca de la Cruz, recibidos por el Alcalde anfitrión, D. José Moreno y el Prior Pascual Gil, por la Orden de los Carmelitas Descalzos.

Y la Ruta ya es una realidad, una ruta que hermana a localidades andaluzas, manchegas y murcianas. Ahí está el camino: dispuesto a recorrerse, para ser una aventura tanto exterior como interior. 


Alcaldes de los municipios que atravesó San Juan de la Cruz, foto extraída del periódico LA VERDAD